El día 31 de octubre de 2011, con un poco de niebla, nos decidimos por dar una pequeña vuelta por la serranía. Las únicas motivaciones son hacer un poco de ejercicio y disfrutar del entorno tan maravilloso que tenemos a tan solo unos minutos. El resultado mereció la pena, si al final el día fue estupendo para caminar, mejor aún fueron los compañeros de caminata.
La duración total del recorrido fueron 5 horas, a un ritmo pausado que permitía levantar la cabeza y disfrutar del entorno a la vez que conversar y comentar con los acompañantes las incidencias y descubrimientos del camino.
El recorrido fue el siguiente: puerto del Saucillo, puerto de Bellina, puerto de Las Camaretas, pinsapar de Cuberos, fuente de El Hornillo, puerto del Hornillo, Balsita, bajada por cañada de Bellina hasta llegar nuevamente por puerto de Bellina y Saucillo.
Al poco del inicio, el pinsapo candelabro.
Puerto de Bellina. Cruce de caminos.
Hacia las camaretas. Detrás el tajo de las albercas.
Puerto de Las Camaretas.
Adentrándonos en Cuberos.
Este es un pinsapar impresionante.
Una atalaya para contemplar el paisaje.
A sus pies el pico del jarro o filar de los ermitaños.
Cueva del Hornillo. Un lugar donde pasar la noche.
Y fuente del Hornillo.
Una mirada atrás. Dejamos cubero.
Hacia el otro puerto.
Abajo el Peñón de Ronda y también se puede ver el cortijo del mismo nombre.
Bonito pinsapo.
Ultimas rampas. Vistas únicas.
Puerto del Hornillo. El viento sopla con fuerza.
Y también cruce de caminos.
Bajada del puerto.
La cañada de bellina. Maravillosa.
Vista de la cabecera de la cañada.
Hay pinsapos y lugares especialmente bonitos.
Una forma de llamar la atención.
Otro rincón para recordar.
Y otro.
Otra vista de la misma cañada.
Y otra. Invita a la contemplación.
Una mirada al lugar de donde venimos.
Al fondo el cerro alto de Yunquera o La Peñita, y el puerto del hornillo.
Un cedro buscando la manera de perpetuarse.
Pasado el pto de bellina. Las piedras de atrás son la cima del tajo de las albercas.
Hacia el saucillo. Humedales y umbrías.
Otra pasada al candelabro.
Ahora en sentido contrario.
Fin e inicio del trayecto.
La niebla que hacía a la vuelta, engañaba del buen día que hace más arriba.
